Govinda

18 años después de que se unieran nuestros caminos ayer la churrita, Govinda, se fué. Y lo hizo tranquila, hermosa, orgullosa como la princesa que era. Que siempre será. Entre caricias, canciones susurradas, incontables “te quiero” y mucho mucho amor. Sé que nada va a hacer que vuelva pero también tengo la certeza de que siempre estará conmigo. Está en todos y cada uno de los pedazos en que se rompió mi alma cuando se durmió en mis brazos, como a ella le gustaba, sabiendo yo que ya no habría próxima vez.  Te querré siempre cachito mío, pedazo de cielo que Dios me dió.