HARLEY

Hace casi tres semanas que no estamos juntas mi niña. No sabes lo duro que está siendo, te he llorado cada día pensando en las cosas que me hubiera gustado cambiar de mis últimos meses a tu lado. Me he fustigado por el tiempo que no pasé contigo, por no haberte sabido escuchar o por no haberme dado cuenta de cómo estabas a tiempo, pensando que así igual podría haber cambiado tu final. También he llorado recordando todo lo bueno que me has dado, todo lo que hemos vivido juntas y todo lo que me has enseñado: que nunca jugabas, que nuestro amor era incondicional y que tenía una fuerza por encima de todo (y lo sigue teniendo).

También he llorado porque todo el amor que tengo dentro y que tú ocupabas no he sabido como gestionarlo ni como soltarlo, mi a quien dárselo, si te pertenece y ya no estás.

Ahora voy aprendiendo que ese amor va a estar siempre, y que aunque no estés físicamente sigue siendo tuyo y lo voy a transformar para seguir dándotelo de otra manera.

Por eso te escribo esto, porque no quiero olvidarme de todo lo que siento por ti, ni de lo que has sido para mí y que sé que yo también fui para ti.

Quiero recordarnos juntas con todo lo bueno que hemos pasado, lo mucho que nos hemos apoyado y todo lo que nos hemos querido. Quiero recordar los achuchones que te daba sentadas en el suelo, el tacto se tus suaves orejitas que cuando te las acariciaba se te entrecerraba los ojitos como si te fueras a dormir. Quiero recordar cuando estabas en tu camita panza-arriba y te rascaba y lanzabas bocaditos al aire para que no dejase de acariciarte. También tú mirada al despertarme que me buscaba para darnos los buenos días.

También quiero recordar cómo movías el rabito super rápido cuando llegaba a casa, tan contenta que se te movía todo el cuerpo y parecía que ibas a salir volando.

Estoy muy triste Harley por pensar que no te voy a poder achuchar de nuevo. Pero también estoy feliz, por haberte tenido en mi vida, por todo lo que hemos pasado juntas y por el amor y el vínculo tan fuerte que hemos creado y que siempre existirá, porque eso ni el tiempo lo podrá borrar. Qué bien haberte conocido mi perrita.

Gracias por todo lo que me has dado.

Quiero que sepas que siempre voy a estar a tu lado estés donde estés.

Te llevo en mi piel, en mi alma y en mi corazón. Gracias, te echo de menos y siempre lo haré.

Siempre juntas, compañera