No sabía cómo despedirme de tí. No sabía cómo decirte adiós. No sé cómo gestionar tu partida después de 16 años siendo mi sombra, mi fiel escudero. No sé ni cómo llorarte. No sé cómo no verte dando vueltas por casa buscándote. No sé cómo no escuchar tus patitas, ni tus ladridos. No sé cómo afrontar tu marcha. Mi amor peludo, mi Heavy… Necesitabas descansar ya; habías cumplido tu misión… Mi perri galgo bonito. Ya saltas y correteas libre, ya estás al otro lado del puente del arco iris, pero aún nos une ese hilo rojo que nunca se romperá. Te recordaré siempre. Te amo eternamente. Se feliz. Tu Humana.