Nuestro Luquitas, nuestro chivito, nuestro ojitos de pollo…
Fuiste un luchador siempre, desde que llegaste a nosotros cuando solo eras unos ojitos enormes que entrabas en la palma de la mano hasta el final.
Ya eres una estrella más junto a tu hermanita Betty.
Gracias por elegirnos, darnos tanto cariño y enseñarnos que es el amor verdadero
Como vamos a echarte de menos, pero siempre estarás en nosotros acompañandonos.
¡Te queremos Luquitas!

