Mi pequeño Müshu. Qué decirte… Tantas cosas después de tanto tiempo compartiendo nuestras vidas. Tan despierto, tan vivaracho, tan inquieto, tan movido. Aún recuerdo el día que nos encontramos por primera vez cuando eras tan solo un cachorrito perdido en brazos de un policía. Estabas destinado a mí y siempre juntos durante 15 años. Ya llegó la hora de dormir tan, tan profundamente que cuando despiertes estarás al otro lado del puente del arco iris. Y aunque mi corazón está hecho trizas, añicos, quiero que sepas que quedo tranquila ya que allí estará tu más mejor amigo Heavy pendiente de tu llegada, para recibirte feliz por el reencuentro; allí volveréis a jugar a morderos y a hacer trastadas, recordaréis vuestras aventuras y ladraréis de vuestra humana, la misma que os ama, a la que se le parte el alma, la que muere de dolor por ser huérfana de vuestro incondicional amor. Eres el último eslabón abierto de una cadena en la que un ancla de recuerdos me sujetaba no sé muy bien a qué ni porqué… Se que cierras una etapa, un ciclo en mi vida… Y cuanto duele. Te amo mi Müshete. Vuela alto y se muy feliz; ya mereces descansar. Ládrale a Heavy que aun cada día le añoro. Nos volveremos a ver. Hasta siempre ” mi ancestro bonito.

