PIZCA

¿Cómo es posible que un perro que llegó siendo tan pequeño se haya marchado dejando un hueco tan grande? Y es que, desde que llegaste hace 14 años, has sido una compañera inseparable, sobre todo cuando tocaba sentarse a la mesa o cortar jamón. Con tu hocico como ariete y tu cara de pena ensayada era imposible negarte nada. Nunca olvidaremos tu alegría al recibirnos y tus gruñidos de impaciencia mientras nos poníamos las zapatillas para salir al parque. Hoy tus uñitas ya resuenan en el Cielo, pero su eco vibrará en nuestros corazones para siempre.

Privacy Preference Center