Pepa era una pastora belga negra preciosa. Mi madre siempre decía que era muy elegante.Le encantaba jugar con la pelota y con las piñas que encontraba en el campo.Siempre iba a mi lado. Siempre me vigilaba. Con ella me sentía segura.Nunca he llorado tanto como cuando tuve que dejarla en el veterinario para no volver a verla nunca más. Estoy segura de que algún día nos reencontraremos