MOMO

A Momo le compramos en una tienda de mascotas…nunca volveré a comprar un perro habiendo tantos abandonados, pero el destino quiso que le compráramos.Al principio fue duro porque Pepa no estaba muy contenta con él y era tan grande a su lado… pero al final se hicieron los mejores amigos del mundo.Ha estado con nosotros dieciséis años. Era mi perrito faldero. Me seguía a todas partes. Dormía al lado de mi cama y encima de mis pies cuando estaba sentada en el sofá.A veces parecía que no estaba porque se perdía en la casa…debajo de la cama, de una butaca, de la mesa… Ahora cuando miro al suelo y no le veo creo que va a aparecer al final del pasillo.Guardaremos sus cenizas en una maceta de la terraza, desde donde le gustaba mirar a la gente.Le echamos de menos.