Tú has estado ahí todos los días durante mucho tiempo. Me despertaba y me iba a la cocina sabiendo que estabas ahí y que estarías ahí cuando despertará. Nunca dejaste de saludarme con tu cola llena de emoción y con una adorable sonrisa cuando llegaba a casa. Te extrañaba cada minuto que no estábamos juntos.Hemos sido los mejores amigos desde el día en que nos conocimos, y nuestro vínculo sólo se ha fortalecido a lo largo de los años.Sin embargo, al ir creciendo, yo era capaz de hacer más cosas que tú. Yo era capaz de conducir, de ir al cine por mi cuenta, y de ir a trabajar.Pero, tú ya no podías saltar tan alto como antes, no podías correr tan rápido o no podías nadar como te hubiera gustado. Aún cuando ya no eras capaz de algunas cosas, aún eras el perrito más feliz del mundo y seguías intento hacerme feliz.Entonces llegó ese día, ese terrible, terrible día. El día en que tomaste tu último aliento, ese día que tuve que llevarte al veterinario. Ese día que tuve que llevar al mejor amigo que había conocido. Tan triste fue ese momento, aún lo estoy, pero estoy en paz.Estoy en paz por que sé que estas en mejor lugar. Sé que tan pronto como diste tu último aliento, Dios se llevó tu alma bella e inocente al cielo. Sé que ya te ganaste tus pequeñas alas peludas, que te las mereces con todas las de la ley, estoy orgulloso de ser capaz de amar a un ángel tan sorprendente como tú.Gracias balto