BLANCA

Querida Blanca, queremos aprovechar esta oportunidad de poder homenajearte, de dedicarte unas palabras y que de alguna forma lleguen a ti.

Queremos darte las gracias tanto papá, mamá, Selena y yo por estos casi diez años que has estado a nuestro lado.

Realmente aún no me creo que no estés, nunca sabré la fórmula para superar este tipo de duelos. Dicen que el tiempo alivia el dolor, aunque la herida queda sellada por siempre en alguna parte de nosotros. Pero tú nos has dejado una huella más grande y más bonita, porque aunque esa cicatriz la tengamos para siempre, eso significa que te hemos querido y amado de la forma más pura y bella con la que se puede querer a un ser tan especial como sois vosotros. Como eras tú.

Gracias por tu fiel compañía, por transmitirnos tanta paz y tanto amor, y por mi parte, quería recalcar que para mí has sido uno de los motores más importantes en esta gran lucha que tú y yo sabemos, y lo seguirás siendo, pues sé que nos cuidarás desde allá donde estés. Gracias por quitarme las lágrimas con tus lametazos, por hacernos reír, por ser tan alegre y cariñosa, por haber sabido hablar sin emitir ni una sola palabra… pues no era necesario.

Tu amor incondicional, eso es una de las cosas más bonitas que nos has enseñado, cuyo aprendizaje lo llevaremos con nosotros, pues de alguna forma, ahora y por siempre, estaremos hechos de pedacitos de ti.

El cielo ahora está aún más bonito, pues en él reluce una estrella que lleva tu nombre.

Jamás te olvidaremos, pequeña. No tenemos palabras para describir todo lo maravilloso, auténtico y bonito que sentimos por ti.

Espéranos allá donde estés, pero mientras tanto, corre, disfruta y no dejes de mover ese rabito como hacías cada vez que te ponías contenta al vernos. Pues algún día correremos todos hacia a ti, para recibirte y volvernos a encontrar.

Te queremos, princesa. Siempre en nuestros corazones.

Vuela muy muy alto.

Papá, mamá, Selena y Míriam.

07/09/2013- 07/06/2023