A nuestra querida, Duna:
Hace un mes que te fuiste y aunque fue una de las pérdidas más dolorosas, sabemos que estás bien acompañada de los abuelos. Gracias por llenar nuestra vida de alegría. Nunca podríamos haber imaginado lo felices que nos hiciste. No hay día que no nos acordemos de ti y esperamos algún día reunirnos en el cielo para estar eternamente juntos.
Siempre serás nuestra Dunita.
Miles de besitos,
Pilar, Emma, María Jesús y Dani