Homer

Homer, cariño mío… No puedo hacerme a la idea de que no vaya a ver más tu carita, esa mirada tan expresiva, que no vaya a volver a acariciar más, tu precioso y suave pelo, que no me vayas a dar otro de tus calidos besos… Hemos pasado por tanto juntos, corazón, tú me sacaste de la depresión que tuve después del accidente de tráfico que sufrimos juntos y con tus hermanitos, que ellos no pudieron contar. Y tú fuiste mi salvador, mi ejemplo de superación y de que hay que avanzar, que hay que continuar. 

Has sido único e irrepetible…

Hemos tenido una conexión especial, un entendimiento más que increíble, Nos sobraban las palabras para hablarnos.
Voy a añorar cada instante vivido en estos casi 13 años, pero te agradezco, hijo mío, todo lo que me has dado… porque no se puede dar más. Me has dado tanto, que ni en cien vidas podría devolverte todo tu incondicional amor.
Te llevo tatuado en mi piel, pero de donde te llevo tatuado más fuerte es en mi corazón.
Te habrás ido… pero jamás podrás irte de mi memoria. Mientras yo viva, siempre estarás conmigo. Y cuando ese día me llegue, nos volveremos a encontrar y estaremos juntos de nuevo y para siempre.
Te quiero con todo mi ser. Gracias Homi. Mi ángel de la guarda.
Hasta que nos volvamos a oler…