LUNITA

Nuestra Lunita preciosa, que viniste a pasar tus últimos años con nosotros dándonos todo tu cariño. Te hiciste una más de la familia, pero cómo no quererte con lo buena y lista que eras, cómo te adaptabas a cada circunstancia y te hacías entender sin hacer un ruido, señora elegante. Te echamos muchísimo de menos, pero sabemos que ahora estás feliz junto a tu primer dueño que tan bien te educó y que se alegrará mucho de verte. Sonriéndonos desde el cielo cada noche, con tus tres puntos negros.