ROCO

   Roco, hace poco menos de un mes nos dejaste, pero siguen resonando en nuestra casa tus ladridos, tus gruñidos en los juegos, tus miradas, tus intenciones, tus pisadas al caminar… y seguirán resonando siempre con nosotros.

Con dos meses viniste a nosotros y con algo menos de 10 años te has ido. Aunque han sido pocos años, te supiste ganar muy pronto nuestro cariño y admiración por todo lo que eras: obediente, cariñoso, muy bueno, empático, divertido… ¡¡Tú eras el perro que siempre quise tener!! ¡Nunca pensé que se podía querer tanto a un perro!

Ahora nos queda tu estimado recuerdo y el amor que te tenemos. Mientras esto perdure, siempre seguirás vivo. Gracias por conocerte, por haber sido nuestro perro, por tus paseos tan alegre por el campo, por darnos tu compañía, cariño, alegría, juegos…

Ojalá ahora te encuentres en “la tierra del otro lado del Arco Iris”. Si esto es verdad, algún día nos reencontraremos y estaremos ya siempre juntos. Hoy es tu cumpleaños. ¡¡Allá donde esté, felicidades!!, porque tu paso por este mundo no ha sido en vano: nos has hecho mucho bien.

Te queremos por siempre.