Gracias al equipo de HADESCAN, por el trato, mi Rufo se merecía todo, después de 16 años conmigo, desde los 3 meses y medio, todo lo que diga de mi perrito es poco, son seres maravillosos y tienen ALMA como nosotros y se merecen todo lo mejor.
Sus cenizas las enterraré en un bosque, en plena naturaleza, de donde venimos todos.
Lo trate como a un hijo y ahora me he quedado solo, pero lo llevaré siempre en mi corazón.
Estoy muy triste, que Dios lo tenga en su seno
Su Papá: David