Blaski

Quizá algún día me pueda acostumbrar a tu ausencia. De momento sigo esperando encontrarte al pie de mi cama cada mañana dándome los buenos días y pidiendo tu desayuno a maullido limpio, sigo abriendo con cuidado la puerta de casa al volver al final del día como si fuese a aparecer tu cabecita peluda para darme la bienvenida, y sigo haciendo hueco en mi edredón cada noche por si subes a dormir conmigo. No puedo regar las plantas sin ver tu hociquillo tratando de pescar unas gotas de agua, y no puedo sentarme en TU sillón sin mirar antes por si estás enroscado dormitando. Es imposible no pensar en ti, pero tampoco quiero no pensar en ti.Donde quiera que estés, espero que haya mucho queso, mucho yogur y mucho caldito de cocido solo para ti. Dale un abrazote a Otto de parte de todos. Buen viaje, compañero. Sé feliz, aquí seguimos intentándolo sin ti.