DUCA

Qué decirte que no sepas. Simplemente puedo afirmar que te quiero mucho y que aunque ya no vayas a volver a estar físicamente a mi lado, sé que nunca te irás de nuestras vidas. Mi pequeña perrita, cuánto te echamos de menos y cuánto lo seguiremos haciendo, porque tú formas parte de la familia y eso es algo que ni el tiempo ni el espacio borrará jamás.

Ojalá poder escuchar esos ladridos insistentes que tanto me desquiciaban, volver a ver esa manera loca de pedir comida mientras apoyabas la cabeza en nuestras piernas y la forma de morder las persianas en la terraza cuando las bajábamos por culpa de ese gran susto que te diste cuando eras cachorra.

Eres especial, y digo eres, porque la muerte no te quita eso. Nada puede eliminar todo lo que me has regalado, ya que yo era hija única hasta que llegaste en esa cajita de zapatos de color rosa. Recuerdo cuando te dejé en el suelo, a penas eras más grande que la palma de mi mano. Jugaste con mis dedos y me hiciste sonreír, y es ahí cuando empezó nuestra historia, una que no ha acabado, que simplemente ha cambiado de forma.

Me enseñaste a ser fuerte a resistir, porque si hay una palabra que te defina es entereza. Te aferrabas a la vida, a nosotros, con vigor y tesón. Da igual lo que te pasara, podías con ello sin victimismo, solamente siendo tú. Que sepas que sin quererlo, me has otorgado el mayor de los presentes, me has dado la experiencia de vivir, de verte crecer, ser y observar tu marcha en calma y con esa decisión que te ha caracterizado desde el primer momento.

Ahora lloro porque ya no puedo acariciar tu pelo rizado de cachorro -pese a tus dieciséis veranos-, pero en realidad no quiero quedarme con eso, sino con la suerte de haberte tenido. Me queda el consuelo de asomarme a la ventana del pasado y vivirte a través del recuerdo. Pienso mantenerte en mí allá donde vaya, ya que siempre, y repito siempre, seremos cinco, aunque ya no aferremos tu correa entre las manos, pero ten muy claro que permanecerás eternamente en nuestros corazones. Porque si hay una energía que es capaz de romper con todas las leyes físicas, esa es el amor.

Ahora descansa pequeña. Nos volveremos a ver, te lo prometo 🤍