Rocky

Amadísimo Rocky:
Nacido el día del Carmen del año 2011, como Rocky Panto II de Millavel, otro
Carmelita más, como mis hijos, mis amigos y yo mismo, has sido un magnífico
compañero de todos aquellos con los que te has cruzado, y, muy
especialmente, de los que hemos sido tu familia y amigos.
Si bien no creo que haya perro malo, tú has sido, eres y serás, siempre, un can
excepcional, educado, sensible, siempre correcto, sacrificado, cariñoso,
inteligente y gracioso, con un tremendo sentido del humor y un profundo amor
por la familia, los niños y los humanos.
Un tipo duro de pelar, con grandes ganas de vivir y de disfrutar de su familia,
que has superado momentos muy difíciles, en lo emocional, así como graves
problemas de salud, llegando, aun así, casi a los 14 años de edad.
Haciendo honor a tu nombre, Rocky, designación acuñada, con gran acierto y
cariño, por tus queridísimos Cristián y Darío, has demostrado ser tan fuerte
como una Roca, tan bello y sensible como un Rock and Roll, y tan noble y
bueno como le corresponde ser al "Perro de San Roque", Santo Patrono de los
canes, y que, al igual que él, tú tampoco tenías rabo.
Has sido considerado con todo aquel que te ha conocido y bueno hasta el
mismo momento de tu partida, marchándote con elegancia, serenidad y alegría,
eligiendo para ello un Miércoles de ceniza.
Todo aquel que tuvo la suerte de conocerte, u oído hablar de ti, se ha
entristecido profundamente con tu marcha. Marcha inesperada, pero elegante y
considerada, al igual que tú. Es como si tus compañeros, los Ángeles del Cielo,
hubieran venido a por ti, evitando tu sufrimiento y el de todos aquellos que te
queremos, en el momento en que te encontrabas en mis brazos, para recibir tu
último aliento, y así poder dar el relevo de tu cuidado a Dios.
Querido Rocky, disfruta de tu merecido descanso, ve con Jesús y con Nuestros
Seres Queridos que partieron antes, vela por nosotros desde el Cielo, y
espéranos con paciencia, pues, algún día, volveremos a vernos, aunque, hasta
entonces, no dejes de estar a nuestro lado pues siempre vivirás en nuestro
corazón.
Gracias por todo, mi Perrito, mi Amigo, mi Angelito. Ve con Dios, jamás te
olvidaremos, y, hasta la vista.
Con mucho amor, respeto, pena y alegría, de Alfonso, Cristián, Darío, Familia y
Amigos.
¡Requiescat In Pace, Carus ROCKY!

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