Troylo

Viniste a este mundo para hacernos más felices. Tus ojos negros eran dos espejos donde las personas sólo veían felicidad. Nos enseñaste lo que era hablar sin palabras, lo que significaba la palabra paciencia, la conexión entre los seres vivos y la naturaleza, la valentía extrema, la importancia de mantenernos unidos, de jugar, descansar, reír...fuiste un ángel en nuestras vidas...e incluso a veces un pequeñísimo demonio que tanta alegría nos trajo. ¡GRACIAS POR TANTO TROYLO! Estarás SIEMPRE en nuestro corazón. Cuídanos desde el cielo.