Momo Salem
Han tenido que pasar 6 semanas desde tu partida para poder tener fuerzas y hacerte este pequeño homenaje, mi amor... Y estoy llorando otra vez... Ay, hijito de mi corazón, cómo te echamos de menos, mi vida!! La vida te trajo tarde a nosotros, pero los 7 años que se nos permitió compartir, de los 19 que tenías, fueron una bendición. Tu dulzura, tu ternura, tu buen estar siempre fue la luz que nos mantuvo a flote en los momentos más difíciles. Hoy sin ti, parece que el mundo se derrumba a nuestros pies. No hay día, mi cielo, que papá y yo no te pensemos, que estemos tristes por no poder tenerte en nuestro brazos, por no poder jugar a las atrapadas o ir a Marte en tu caja de nebulizaciones. Este vacío es inmenso, Momito, mi bebé viejito... Me duele la vida sin ti, nos duele la vida sin ti. Gracias por tanto amor, mi amor. Que el cielo se apiade y nos reúna más pronto que tarde, amor de mi vida. Hasta entonces, juega y cuida a tus hermanitos que están ahí en el arco iris contigo, y danos fuerza para cuidar a estos que se han quedado aquí. Vivirás eternamente en el corazón de tus padres, que tanto te han amando y te amarán. Hasta pronto, mi amor!! ❤️😪🌹🙏
Momo Salem Bargueño Hernández
GRISI
"Cielo, ven. Hay un gatito en la puerta" fueron las primeras palabras de tu papá cuando llegaste a nuestras vidas hace seis años. Estabas herido, con la piernita lastimada, posiblemente por un atropello. Te cuidamos, te curamos, te alimentamos y empezamos a amarte. Pero andabas libre y pensamos que posiblemente tenías casa. Sin embargo, te quedabas a dormir en el porche, y cada vez que te llamábamos "Griiiissiiii", salías de entre nuestros rosales y fue cuando vimos que tu casa era la nuestra. Decidimos adoptarte y fue una de las decisiones más acertadas de nuestras vidas. Te convertiste en nuestro hijito, con tus hermosos ojitos verdes, tu forma de ser tan dulce, tu obediencia, tu nobleza, en apenas unos días ya nuestro corazón era tuyo. Y empezó nuestra historia feliz hasta hace un par de meses, cuando te diagnosticaron la diabetes. Pensábamos que ibas a responder bien al tratamiento, y fue en tan poco tiempo que todo cambió y se complicó. Tu ausencia es muy difícil y dolorosa, Grissy... No puede ser que todo haya cambiado tan de repente, hijito... Nos haces falta, la manada está incompleta... Nos queda la esperanza del día del feliz reencuentro, pero mientras tanto, siempre te extrañaremos, mi amor, mi Grissifur de los Encinares 😪😪😪