LAKI

Mi Lakita querida, sé que ya no estás pero no hago más que buscarte por toda la casa. Han pasado ya 10 días y todavía no me acostumbro a no tenerte detrás todo el día, como el miércoles que has sido, todo el día en medio. Cuando entro en casa, ya no estás esperándome, moviendo el rabo y dando saltos, cuando como ya no estás mendigando, mi gordita querida, cómo te echo de menos!!!! Me dicen que has tenido suerte porque te recogí abandonada hace 10 años y has tenido muy buena vida, a pesar de quedarte ciega hace 3 años, creo que están muy equivocados, la que he tenido una suerte enorme he sido yo, bendito el día que te conocí mendigando, como siempre, en el paseo marítimo, me has dado diez fabulosos años de cariño incondicional, nadie me ha mirado con esa devoción ni me ha querido tanto (y eso que entiendo que si me quisiese así un humano sería para que se lo mirasen), gracias, gracias y un millón de gracias por todos estos años, Lakita.

Te quiero mucho, mi Lakichurri, estoy muy triste, pero sé que es normal (por lo menos podemos descartar que sea psicopata), se irá pasando como todos los duelos. Ojala, yo que sabes que soy atea y descreída, estés en un cielo precioso siendo feliz, como se merecen todas los animales, y ojalá cuando me muera estés allí esperando. Como envidio a las personas con fé, ojalá tuviera esa esperanza. Te quiero, vida, te quiero mucho.

Un besazo enorme de tu mamá que siempre te tendrá en su recuerdo.