LISA

Me recogieron y adoptaron cuando tenía dos años y medio de una protectora y hasta los 14 años y medio he estado con mi dueña y sus hijos.

Como cruce de podenco tenía mucho instinto e intentaba perseguir a los conejos y liebres.

Cuando iba en el coche, era feliz pues con la ventana abierta y encima del asiento, me encantaba sacar la cabeza, oler, mirar y mis orejas se movían con el viento...Era muy divertido verme.

Virginia, siempre seré tu bollito de canela.