DINGO

Dinguito, llegaste el 16 de Junio de 2013 a alegrar nuestros días cuando tu hermano Aaron se fue. Llegaste de un caserío y eras una bolita negra y blanca y00 nunca parabas de jugar. Te encantaba correr por la playa y cuando viajábamos eras el primero en subirse al coche. Has viajado muchas veces a Perú y allí tendrás tus cosas guardadas para siempre y tu recuerdo siempre estará en cada rincón de la casa en la que hayas estado. Cuando íbamos a Hormilleja disfrutabas mucho de los paseos por Valpierre con tus hermanos y te encantaba estar fresquito en el jardín cuando hacía calor. Has estado 9 años con nosotros y ahora todos tus hermanos Luck, Hachi y Haru y tus primos Ire, Gin y Bacon te echan mucho de menos. Echan de menos tus juegos y tus carreras en el jardín, siempre eras el mas rápido de todos y ninguno te alcanzaba. Tu enfermedad te ha llevado rápido lejos de nosotros pero has sido un campeón y no te has quejado nunca, porque siempre has sido un perrito muy bueno y querido. Ahora descansas tranquilo, vas a seguir teniendo a gente que te quiere y vas a tener a tu hermanito Travis que se fue hace poco también, cuidándote desde el cielo, que seguro estaba deseando reencontrarse con alguno de sus hermanos para jugar en el cielo durante toda la eternidad, y Amona seguirá cuidándote por nosotros. Desde el 12 de mayo hay una nueva estrella en el cielo, nunca te vamos a olvidar Dingo, siempre serás nuestra bolita negra y blanca


TRAVIS

Hoy se ilumina una estrella en el cielo y el mundo está un poco mas triste. Llegaste a mi vida un 10/10/10 sin saber el cariño que iba a sentir hacia ti. 12 años a tu lado donde he sido muy feliz y no he sentido un amor mas puro e inocente sin recibir nada a cambio. Eras luz, eras paz, eras amor, eras el mejor compañero de vida que pude tener. Tu pequeño cuerpo hizo lo que pudo para que siguieses adelante pero no pudiste mas y ahora estás descansando como te mereces junto a Amona, Fluck, Samba, Aaron y Lolita, donde serás eternamente querido como lo fuiste aquí abajo. Cuesta asumir tu marcha tan repentina y me duele en el alma haber perdido un pedacito de mi. Saber que ya no me vas a pedir que te tire la pelotita o me pidas esos mimos tan especiales que solo tu sabías dar o no volver a observarte cada mañana al despertarme y ver esa mirada que tanta paz me transmitía. Has dejado un vacío inmenso y te voy a echar de menos de aquí a la luna, pero gracias por haberme hecho tan feliz durante todos estos años, tu hermanita Ire y yo vamos a extrañarte mucho desde aquí abajo. Vuela alto Travichín, Chanchito, nunca nunca te voy a olvidar, te amo.