LUNA

Mi queridísima luna,

Nos está costando un mundo vivir sin tí, tan solo 8 kilos y eras capaz de llenarlo todo con una energía y una alegría desbordante.

Teníamos una conexión única siempre la una para la otra, sin palabras me has dado las mejores lecciones de vida.

Me has hecho feliz, inmensamente feliz.

Hemos crecido juntas, en los días buenos éramos una explosión de alegría y juegos, y los malos me los alegraste con solo mover el rabito, enseñarme tu juguete e invitarme a jugar contigo al escondite al pilla pilla o a los mil juegos que inventamos.

Ahí me daba cuenta que todo podía mejorar si estábamos juntas.

Después de casi 14 años viviéndote, cuidándote, queriéndote... solo te podemos decir, gracias.

Gracias por haber existido, por tanto cariño y compañía, por enseñarnos que un animal puede ser más que un amigo, eras nuestra familia, nuestra pequeña ratita.

Has sido perfecta de principio a fin, estamos seguros de que nos volveremos a encontrar en otras vidas y que volveremos a jugar y a correr como hacíamos antes.

Allá donde estés te queremos y te querremos por siempre.

Tu familia ❤️