Dora

Mi gordi guapa, eras la luz de mis días y fuiste un verdadero milagro que llegó a mi vida por casualidad (o por el destino), hace 10 años y 4 meses, a transformarlo todo en alegría.
Espero que hayas olvidado tus años antes de mi porque sé que la pasaste mal, y que conmigo, hayas sido la perra más feliz del mundo.
Eras pequeñita pero llenabas todo de dulzura siempre y sólo espero haber estado a tu altura y que sintieras lo mucho que te amo cada día.
Gracias por ser fuerte y por enseñarme a serlo, por mostrarme que no hay nada mejor que tumbarse en el césped a disfrutar del sol, gracias por las risas, por tu paz, por tu ternura y por tu amor incondicional.
Los que tuvimos la fortuna de haberte conocido y especialmente Alejandro, Silver, Isabella, Esteban y yo, no te vamos a olvidar jamás.
Te amo por siempre,
Sofia